26 febrero 2009

Poema sin título, comienzo y fin

...una parte importante del calendario se perderá
y las lunas restantes lo lamentarán intensamente
la tonada que tocará la orquesta
enfundada en sus trajes de luto
llevará al décimo primer mes pacíficamente a un lugar muy alto

los crisantemos junto con sus hojas morirán
y caerán al suelo donde los ojos rojos yacen
Aún así su posición superior permanece intacta
aunque sus extremidades quedaran reducidas a la mitad
...

No sé que quiso decir mi hermana cuando me mandó este poema con sólo 11 años, pero en el momento que lo leí me sorprendió porque no pareciera ser escrito por una niña, sino sacado de la mente de una mujer adulta y consciente del mundo. Yo de poesía infantil conocía las odas a los árboles, la luna y el sol, sin embargo ella menciona la muerte con la simpleza que casi nunca se le otorga. Ahora lo releo 7 años después y creo que una mujer adulta quizá no llegaría a estas palabras, me acuerdo de la lucidez inconsciente de la Cami y ruego por que no pierda la poetisa infantil que lleva dentro.

19 febrero 2009

Salí a buscar respuestas a la calle...


"Todo está en tí, todo" me dijo.
Me mató.

17 febrero 2009

La recta provincia

En estos días me pongo ermitaña, mamona y autorreferente. Y no, no estoy con la regla. Suena horrible de mi parte y me carga, pero cuando viajo a la casa de mi madre en Puerto Varas, la estadía además de convertirse en un retiro espiritual con cable, internet y comida exquisita, es el ambiente preciso para echar a andar la cabeza.

Hay más tiempo para el ocio mental (además del que constituye hacer zapping, hablar weas en msn y actualizar el facebook cada dos segundos), pensar en exceso acerca de todo, las decisiones tomadas, los planes en proceso, la insoportable levedad del ser (que en mi caso es pesadez) y esas cosas que Kundera diría mejor que yo seguramente. En especial los dichos y actos inconclusos, las metidas de pata, las despedidas, lo que podría haber sido de una manera y acabó siendo todo lo contrario. Básicamente revolver mierda con cuchara de palo y aplicársela en la cara, dejarla secar, removerla y volver a echarla en la olla putrefacta para seguir aplicando.

No es el mejor de los ejercicios quizá, pero para mí el revolverme la cabeza parece que es tan necesario como ir al baño, perdonando lo escatológico de todas mis analogías. Igual, las condiciones en las que lo hago son óptimas, estoy rodeada de mi gente, estoy de buen ánimo la mayor parte del día y no quiero abrir la ventana para lanzarme por ella sino para respirar y mojarme la cara con la lluvia. Así que si lo intenta con varios litros del alcohol en el cuerpo, con Tool o los queridos cetáceos de Sigur Ros de fondo, (o Ken Lee para los más sufridos) probablemente se resbale en la mierda, quedando inconsiente para terminar muriendo en su propio vómito. Bueno, es una opción.

Ahora, el punto es si cuando esté lejos de mi retiro, la mierda va a tornarse en bellos capullos de flores que acaben alegrando mis días, y me sienta renovada y con ganas de cosas nuevas, yadayadayada. Pero como mi naturaleza es más apática que con espíritu de mina de comercial de toalla higiénica (esas que se sienten frescas y activas para salir a andar a caballo con pantalones blancos), creo que probablemente archive lo seudo reflexionado para retomar hasta nuevo aviso. Y ahí el compilado con música para el momento masoquista no me lo saca nadie.

Foto: http://davidart.zoomshare.com. Óleo sobre lienzo, impresión digital sobre lienzo.Tamaño 100x70cm. (2007).

15 febrero 2009

No perder las ganas de volar...



(Imagen captada por un fotógrafo de AP en la barrera de la franja de Gaza en 2005)

Casa Tomada

Las puertas estaban abiertas hasta el tope para que ellos llegaran a tomarse la casa. No fue como en el cuento de Cortázar, en donde los personajes pasaban de cuarto en cuarto mientras los invasores ocupaban el resto de la vieja casona. Todos miramos pasivos la arremetida, los saludamos amables e incluso les servimos comida. Aún así, la ocupación no fue amistosa, de los otros recibimos nada más que silencio y frialdad, a pesar de intentar provocar carcajadas, preparar brebajes exóticos, ofrecer un festín a la romana. La respuesta fue nula y sus rostros tampoco decían nada.

La matriarca de la familia sabía que esto pasaría, pero no tenía opción más que armarse de ánimo y hacer frente a los que venían y hacían uso de todos los rincones de su hogar. Lo mismo intentó transmitir a sus hijos, quienes con menor ímpetu agacharon el moño y suspiraron con resignación. -Será nomás, es imposible detener su venida.

La mala vibra se intentó revertir con unos grados más de alcohol en el cuerpo, en el fondo un poco de coraje podía hacer que el cinismo aflorara más en los dueños de la casa y así enfrentar de mejor forma esta toma injusta.

Es triste cuando una intenta intervenir en un grupo y la respuesta es un vacío que golpea. Una queda con la sonrisa falsa marcada en la cara, las palabras de buena crianza y la inservible intención de encajar cuando en realidad no hay por donde entrar en confianza.

Lo peor, es que se trata de personas que inevitablemente seguirás viendo de vez en cuando y que por otra parte, también deben fingir agrado cuando te saludan de beso.

La buena onda y la poca vergüenza. Y así, seguimos con la casa tomada, ahora refugiados en un cuarto que aún posee nuestra propia luz, mientras esperamos que los otros retiren algún día la cara de palo con la que nos miran.