26 mayo 2009

Viaje a la punta del cerro


Este asunto del blog ha estado un poco botado, lo sé. Pero bueno, la idea era actualizar en la medida de que hubieran nuevos sucesos súper cachilupis que contar. La cosa es que hace casi una semana que con las chiquillas hemos estado de días off. Nos quedamos varadas con la pega del campo de porotos, porque la lluvia que se avecinaba llegó por varios días. Así que no les explico el barro que se armó y para entrar con el súper tocomocho 0,4 x 0,4 tendríamos que aún estar intentándolo para sacar todos los palitos.

La cosa es que nos quedamos cual dueñas de casas desesperadas, sin el glamour y las copuchas de Wisteria Lane, por mucho que quisiéramos tener las curvas de Eva Longoria. ¿Mucha analogía ñoña? Sorry, y eso que no veo tele desde que me vine de Chile. Al principio reconozco que estábamos felices porque necesitábamos del descanso y paz casera, pero con los días la lluvia no paraba y eso significaba muchos días off y por lo tanto menos money en nuestros pockets cachai? (chiaaa). 

Bueno y en la angustiosa espera, cansadas de la monotonía hogareña, nos dio el arranque feminista y pescamos la Van, unas cuantas provisiones y con las cabras partimos al parque nacional más cercano. Según el mapa, debíamos viajar unos 96 Km hacia Narrabri y luego unos 40 más para llegar al Monte Kaputar.


Puede sonar bien nada el panorama, pero ir a un monte en Australia es bastante pintoresco para un país donde todo es plano y el infinito y más allá es una frase para tomar en serio. Con razón los aborígenes acá conciben el mundo en forma plana, según me lo dijo mi libro sobre mitos aborígenes que saqué de la biblioteca pública - pulentosa que tienen acá. Sí, sigo ñoña como siempre y a mucha honra ok?

Así que nos fuimos en la Thelma y Louise con yapa, llegamos a Narrabri en una hora, un pueblito igual de bonito y ordenadillo que Moree, con su McDonalds y KFC como en todos lados acá y decidimos que no podíamos partir secas a la punta del cerro. Pasamos a la licorería del súper más cercana (Suena menso, pero los súper en Australia no venden copete, pero siempre encuentras una botillería pasando las cajas, dentro del súper. Es bien raro. Ah y las bebidas no las venden en la boti y sí en el súper… plop) y encontramos vino chileno (Casillero del Diablo y Misiones de Rengo) a precio moderado (10 dólares), pero al final nos fuimos por la baratija de dos vinos sudafricanos por uno, a 10 dólares (perdonen tanto paréntesis, pero por algo la Tere Calderón hacia disertaciones de ellos y los corchetes jajaja) 

Listas y aperadas con vinacho, partimos a nuestro paseo de fin de semana, dejando atrás palitos y a los pericotes de nuestra casa. El camino era bastante bello y debo decir que me recordó mucho al sur de Chile, con algunos matices en los colores más rojizos de la tierra y los mil verdes de la vegetación, colores que por supuesto no están en la escala cromática perceptible por un hombre, a menos que por supuesto sea gay o “artista” jejej. 

Por supuesto, la bienvenida al parque fue dada por canguros, pero una especie más chica y rechoncha llamada Wallabies, que corrían cuesta abajo por los cerros de lo más bien. Mención especial son las instalaciones en los parques nacionales. Según me cuenta la Gina, que es una experta en esta materia, todos los parques cuentan con pulentas áreas de descanso, picnic y camping, algunos con baños y duchas de primera, incluso más limpios que el water de mi casa. Lo pude comprobar, pues nos tocó uno que tenía hasta agua caliente y harto confort! El paraíso de toda niña que le cuesta hacer en los matorrales (Too much information?!) 

Además, el lugar tenía un lugar para hacer asados, con unas planchas a gas donde puedes calentar pan y hacer tus choripanes a destajo y por supuesto con sus correspondientes mesitas de picnic. ¿Qué más se puede pedir? Nosotras dormimos en la Van, pero un poco más arriba del monte había otra área con mini cabañas para los más friolentos. Obviamente esto no es gratis, pero el costo es mínimo (5AUD/2lucrecias) para todas las cosas que te ofrece el espacio, que dicho sea de paso, no intervenía mayormente con la naturaleza del lugar.


Así que ahí nos instalamos, preparamos unos pancitos pita calientes, dimos una vuelta rápida al lugar donde vimos la tremenda roca que verán en las fotos y volvimos rápido a la Van, porque en Australia se oscurece a las 5:15 más o menos. Acurrucadas, con uvas y velas para hacer ambiente de carrete, abrimos el vinito, primero el Syrah, un poco dulzón para mi gusto, y el Cabernet que estaba bien sandunguero y sabrosón; y nos dedicamos a descuerar al mundo, la vida y todo lo que la lengua rasposa podía articular por largas horas, hasta que los ritmos sudafricanos se despidieron. 

Todo perfect. Pero la noche se hizo notar con un viento estruendoso que incluso hacía bambolear la Van y que pasaran un montón de rollos acerca de mochileros muertos por ramas gigantes que cedían de sus árboles. Por supuesto, nada de eso sucedió y sólo fue una larga noche con el silbido del viento en las orejas y la incomodidad de dormir apretadas en malos colchones. Pero da lo mismo, al otro día todo amaneció esplendoroso y nos levantamos a terminar de recorrer el parque como raudas e intrépidas mujeres que somos. 

De todas formas, el lugar era enorme y toma mucho más tiempo en conocerse que las menos de 24 horas que pasamos en él. Habían caminos “sólo para experimentados” según rezaba el folleto del parque, así que de plano nos descartamos, la verdad sólo porque no teníamos buenas tillas… Nah la verdad hubiéramos dado un poco de jugo sudaca.


De vuelta me largué y manejé unos 20 Km, lo cual me hace sentir bastante realizada, espero volver una Fitipaldi para que salgamos y hagamos un paseo así, te tinca El Morado Carachín? Jejeje

Aquí les dejo unas fotos y subí otras pocas al álbum de Picasa que dejé en el post anterior. De todas maneras lo vuelvo a poner ACÁ

Encuentro que nada que ver que nadie me cuente sobre el reality, el único que se dignó a actualizarme fue el Chris el otro día jajaja. Bueno y hasta este post, habían 84 casos de gripe porcina, díganme algo: ¿Es pa tanto la cuestión? O es la misma volá alarmista de siempre? 

La otra semana quizá volemos de Moree y nos vayamos hacia el norte. Mucho palito, menos pega, menos Money y aún, muchos ratones! Ahí estaré contando sobre mis pasos. 

Los vimos!

PD: Díganme si le aplico poder de síntesis o no? A veces me vuelo y quizá es mushooo

12 mayo 2009

Popurrí en Moree


Ya. La última vez que les hablé quedamos en la pega de los palitos, recién comenzaba y todo era súper cachilupi. Aunque no puedo negar que no hay nada más fome que recoger palitos por ocho horas, pero al menos en una semana junté casi mil dólares australianos, unas 400 lucas chilensis. El sueño cangurolandio? Bueno no está nada mal para una sudaca(y periodista más encima!!) acostumbrada a contar las chauchas Je.

La cosa es que ya terminé esa pega en la granja de nueces, al menos por dos semanas porque se entró a un receso, para luego regresar a seguir recogiendo palitos. Y como me encantó la sensación de agacharse, rasparse con las ramas y volverse una experta en la selección de ganchos y troncos, como toda una maderofílica me las arreglé para seguir trabajando en lo mismo al menos por una semana por mientras se vuelve al apasionante mundo de los palitos en la otra farm. Todo por darle más nueces al mundo.

Se trata de un trabajo también a 40 km de Moree, donde además quizás tenga que manejar tractor y el jefe es un pelao relajado que sabe algunas palabras champurreadas de español. Y es tan chico el mundo, que el tipo, Will, fue a Chillán!!! De todos los lugares en los que pudo haber ido, piso suelo chillanejo nada más y nada menos. Y cuando vino a nuestra casa se cagó de la risa por lo hippies que estamos y probó la piscola, la cual fue mucho para él.

A todo esto, la casa va bien. Somos seis chilensis, olvidé mencionar eso parece. Forest y su polola la Gina, ambos un gran apoyo acá, se pasaron estos cabros. El Max, que llegó conmigo y también mucha buena onda porque hemos tenido que empezar a ser menos tillible de pollos los dos, abrir cuenta de banco, enchufarse luego del jet lag, etc. El Andrés, que es un santiaguino que se pillaron los cabros hace unos meses en otra pega y ahora está acá, de hecho él nos dio el dato de la pega de los palitos, además de su amiga la Feña (no confundir con la del blog de la Feña), muy piola también, junto a quien cuarteaba a los italianos guapotes que habían en la otra pega jejejej.

Hoy tuve mi primer día libre luego de nueve sin descanso, así que puedo referirme con más detalle a algunos asuntos que han tenido inquiet@s a la estimada concurrencia contertulia de este pasquín virtual. Así que ahí le vamos…

Canguros: bichos raros alucinantes

Mi primer encuentro con los canguros fue en la penumbra de la reserva nacional Diamond Head, antes de llegar a Moree. Llegamos re cansados luego de viajar todo el día desde Sidney y de bienvenida, unos bichos manicortos – pasilargos nos recibieron. La sorpresa hubiera sido más emocionante si de por medio no hubiéramos tenido que tratar de esquivarlos con la Van, pues estos especímenes son bien cara de palo y no están ni ahí contigo, tanto si vienes en un aparato que puede atropellarte como a pie por los campos.

Es tanta la indiferencia ante el mundo humano que los rodea, que los giles pueden estar en medio de la carretera como si nada, limándose las uñas o rascándose la guata y es el avispado conductor el que debe estar atento a no chocar. Y el hecho de evitar atropellarlos no se reduce sólo a nuestra linda mente ecologista que no quiere hacerle daño a tan chori animal, sino porque un golpe a uno de ellos significa auto destrozado como mínimo.

En todo caso, es inevitable el observar el espectáculo carnicero de las carreteras australianas, las cuales alojan los cueritos de canguros, zorros, liebres y una que otra pluma de los cuervos que se hacen chupete el charqui mencionado anteriormente. Y eso que está todo señalizado, pero las cuestiones se cruzan igual, pues no hay alambradas que cierren los campos como en Chile, todo es abierto y quien quiera dárselas de kamikaze, pase adelante no más.

Así que si saco la cuenta, la mitad de los canguros que he visto han estado saltando por el territorio, incluso en la misma pega mientras recojo palitos, y la otra ha estado pegada al asfalto. Pero aún no pierdo la capacidad de asombro cada vez que veo uno, me parece tan raro que exista un bicho así, que pareciera no haber alcanzado a desarrollarse porque apenas tuvo las dos patas que lo afirman al suelo, quiso salir corriendo a sacar la vuelta por el mundo, para disfrutar del verde bosque o acabar reventado a la orilla del camino. Para bien o para mal, estos animalejos nacieron para gozar, con sus manitas cortas y la bolsa donde sacan nuevos cangurillos vacilones. Lo mejor es cuando se quedan parados mirando, como diciendo “que mirai chuchetumare” y luego se retiran saltando feliz de la vida. Se ganaron todo mi cariño.

Stuart Little australianos

No me pregunten por koalas porque aún no pasa nada. El resto de la fauna se compone en pájaros raros de colores chillones, cucarachas, zorros bellos y liebres que hacen carrera contigo mientras vas en la carretera. Lo más destacable: ratones que no se imaginan lo bellos que son. Un amor de ratitas en miniatura como de monos animados. Todo bien cuando corren por el bosque, pero cuando se meten a la casa ya no me parecen tan lindos. Cínico, pero es verdad. Acá son plaga, como otras más que han pasado por el pueblo según nos cuentan los vecinos, pueden ser grillos un verano, ratas en otoño, etc. Mientras no sea la plaga de los primogénitos muertos estamos bien, todo es soportable, nada que un par de trampas con queso no pueda solucionar.

Y es tal cual cabros y cabras. Nos hicimos de unas trampas que llevan un trozo de queso adentro y ahí los chicuelos caen y adios. Recuento Semanal: 12 en total, como 8 por queso, y 4 suicidas que se metieron solitos sin haber comida. Quizá tenían depre por las otras muertes. Ah y unos 4 avispados que sacaron el queso y se dieron el festín gratis, a lo Tom y Jerry.

Comida: puta que extraño una wena cazuela…

Y no es de patriota ok? Es que acá en verdad si me preguntan, la comida típica es un cuarto de libra en el Mc Donalds. La mayoría come comida chatarra, platos típicos no he visto aún, aunque sí son bien preocupados de promover sus productos, tales como el vino (hasta el momento de lo que he probado el chileno le pega mil patadas), nueces, queso, etc.

Así que con los chiquillos le hemos aplicado a preparar comida en casa, hartas verduras salteadas con arroz, papas, fruta que aquí hay por montones y rica (yo feliz). Igual nos dimos un gustito el otro día y luego de la primera paga nos fuimos a un restaurant de comida tailandesa que nos recomendó uno de los chilenos que está viviendo con nosotros. Bien rica les diré, súper condimentada como a mí me gusta, unas salsas exóticash ashí por sher, que nos dejaron con el ombligo para afuera y el tufo bien matapasiones. Pollo con Curry, Carne con salsas de ostión, gengibre, ajos, etc. De pelos.

Se supone que hay un plato que todos comen acá que se llama Fish and Chips, que debe ser como un pescado frito con papitas fritas, nada fuera de lo común, excepto que lleva una crema agria encima como menjunje. Pero aún no lo pruebo así que mi comentario Anthony Bourdain queda pendiente hasta nuevo aviso.

Bueno cabros, me faltó algo? Por favor recuérdenmelo pa la otra, así esto se vuelve un espacio dinámico y con la reciprocidad y todo eso que parece que nos pasaron alguna vez en nuestra querida escuela de lobotomía.

Y de paso me siguen contando de Chile. Funa al guatón Flores o no? Qué están esperando? Cuando supe esa wea pateaba la perra sola mientras recogía palitos, me imaginaba un buen piño en el trasero del viejo podrido ese. Pero bueno, se podía esperar otra cosa??? Ahí sí que he perdido la capacidad de asombro.

Abrazos a todos y piensen en mí tipo 3 de la tarde cuando yo me tenga que estar levantando a las 5 de la mañana acá.

Saludos!!!

Paloma Blanca

(PD: con respecto a esto, el serbio jefe Marco, nunca fue de jote ok? Es un señor muy buena onda y al principio no sabía decir mi nombre y cuando aprendió, me lo decía de jugoso no más, porque a todos les tiene un sobrenombre. De hecho Forest es Pablo Picasso y a otra le dice hija, etc, etc)

Link Fotos Casa!!!

05 mayo 2009

El sueño de la casa propia...


Hoy trataré de ser menos atarantada en mi relato, a pesar de que estoy re cansada por que sí señoras y señores, ya empecé a trabajar como mano de obra en Australia. Pero antes de entrar a eso les cuento lo que hemos hecho los días antes de llegar a Moree, un pueblito al noroeste de Sidney, bien monono y bonito.

Salimos de Sidney el sábado por la mañana, con la intención de viajar 9 horas de una sola vez hasta la pega, pero el camino se fue haciendo tan entrete que paramos a cada rato y pospusimos nuestra llegada hasta el día siguiente. A todo esto, las carreteras son muy buenas, bien señalizadas y amplias, aunque aún no me acostumbro a ser copiloto en el lado izquierdo de la vía.

La ruta me recordó mucho a Chile, harto verde, árboles frondosos y gigantes, claro que el cielo era infinito porque acá no están encerrados entre cerros y cordillera, cosa que se extraña pero a la vez hace que el horizonte ni se vea y sea posible divisar las tormentas eléctricas de los pueblos lejanos.

Nos dio la noche ese sábado y decidimos quedarnos en una reserva nacional, que parecía resort campestre, con buenos baños y espacio para poner la van y una pequeña carpa donde durmió el Max. Con Forest y la Gina hicimos cucharita en la van, donde tienen una cama de dos plazas y dormimos pirulamente sin pasar frío, porque chicos, no se imaginen los 20 mil grados de calor con las playas y surfistas, la verdad es que las noche son muy frías y por suerte traje mi parka fiel.

La mañana nos sorprendió con lluvia, así que a las 6 tuvimos que rescatar al Max del diluvio y la verdad es que fue para mejor, porque al tiro nos dimos cuenta en la maravilla de lugar que estábamos. El parque daba a una playa interminable, con unas rocas mutantes en donde los pescadores se suben para llegar a sus presas. Vi mis primeros canguros, que rodeaban las carpas, la mayoría de australianos bien equipados que aprovechan el fin de semana y salen bien aperados con las tremendas carpas, parrillas (que les dicen barbacoas pos oye), toldos, etc, como si estuvieran en el living de su casa. Bien diges los australianos debo decir, más adelante describiré a los de provincia que son totalmente lo contrario de los citadinos.

Luego partimos a la playa en la van, vivimos nuestro momento de libertad y frenesí hippie, con el viento en la cara, jugando con las clavas y los juguetes de los cabros, viviendo la vida bella. Sí, sé que suena raro en mí, pero la verdad es que es inevitable, parece que este país te invita a relajarte y ser un poco súper loco, pero no se preocupen sigo siendo la de siempre jeje.

El descanso acabó para volver a la realidad. La pega en Moree, cuyo dato lo dio un amigo chileno de los chiquillos. La cosa es simple: un mono hace la pega y saca doctorado en la cuestión. Es la pega más freak que puedo haber tenido! Se trata de lo siguiente: es una empresa de nueces, la cual tiene una mega granja (la cagó, la cuestión es interminable) con nogales enormes, los cuales son sacudidos por una máquina para botar los frutos y luego pasa otro cacharro que las recoge, pero hay un punto. La máquina no puede avanzar con las ramas que también caen con la sacudida, por lo que ahí entramos nosotros los monicacos que debemos recoger los palitos uno por uno durante ocho horas.

Sí, la cosa suena pajera y lo es mucho. Pero es tan fácil y pagan tan bien (15 dólares la hora) que vale la pena, tanto, que ya decidimos quedarnos dos meses y arrendamos una casa la raja para poder quedarnos Conviene más, ya que somos seis personas, todos chilenos y el espacio es grande, baño y ducha seguros y el barrio es residencial. La verdad no me puedo quejar. Además la gente de la pega es muy buena onda, el supervisor es un serbio que se hace llamar Marco Polo y me dice Paloma Blanca. No sé por qué le dio pero así me llama, la confusión de nombre me persigue hasta hoy Paloms!! Jejeje.

En la pega hay varios australianos, los cuales son amables, a pesar de que no les entiendo mucho porque son súper enredados, más que los de ciudad. Pero tiene paciencia y repiten la frase para hacerse entender. Los más jóvenes son súper flaites jaja, son igual a uno de Chile, pero más rucios y lo único que hablan es de copete y carrete. Buena onda igual, a pesar de lo limitados. Pero la verdad la cosa es así, al menos en provincia, los australianos trabajan todo el día, para luego irse a tomar a las cantinas, una suerte de workaholics tomado en sentido literal. El alcoholismo es tema en Australia, son todos wenos pa empinar el codo, pero al menos los tipos se sacan la cresta trabajando para curarse. Admirable jajaja.

Bueno y ahora les escribo desde la mesita de nuestra casa, como estaré dos meses acá (de los cuales igual recorreremos por los panoramas cercanos, paisajes, parques nacionales, etc) tendré una dirección fija a la cual el que quiera darse la paja puede escribirme o mandar una postal loca jeje. Anota Lolo! Que eres la única que estás más que comprometida jaja : Cummins 2 -12, Moree, New South Welles, Australia.

Trataré de escribirles más seguido para no ser tan latera con la extensión del relato jeje. La verdad mi escritura ha sido bien vomitada porque me gustaría tenerlos a mi lado y empezar a contarles todo de una! Y ustedes, como está Chilito! Necesito saber qué pasa. Cuéntenme! Ahí se ven!

01 mayo 2009

Primeras letras...

Gente linda y querida:

No tengo mucho tiempo, me gustaría ser súper detallista en todo mi relato, pero puede que se me escape el 90% de lo que tengo que contarles. Estoy en Sidney aún, hasta mañana que emprendemos vuelo hacia el norte para ir a ver una pega de al interior de New South Wells.

El viaje fue realmente agotador. Aún sufro las consecuencias de dormir nada durante casi 24 horas, mi cuerpo funciona sólo por los estímulos que lo llaman, pero de veras que hace tuto. El vuelo hizo escala en Buenos Aires, donde el sicoseo con la fiebre porcina era tal, que todos los funcionarios estaban con mascarillas y yo, que no había llevado nada, me puse mi propia mascarilla gracias a que Max tenía una extra, sólo por la paranoia general.

Luego de más de 13 horas de contorsión en los incómodos asientos de Aerolíneas Argentinas y unos cuantos brindis a bordo con vino malo argentino (que lo servían frío a pesar de ser tinto!!!), llegamos a otra escala en Auckland, Nueva Zelanda. Fue corta, pero fue la antesala a lo que vendría en Sidney, sapeando por la ventana de un viejito del que nos hicimos amigo, logramos divisar el mar y lo verde de sus territorios, con una leve lluvia que nos recibía.

Leve lluvia que en Australia se hizo más fuerte, por lo que lo que pensé que sería un recibimiento caluroso y hostigante, fue como estar en el sur con esa brisa refrescante y la lluvia que lavó un poco mi malogrado y mal oliente cuerpo jajaja.

Hay tanto que ver en esta ciudad! Es realmente hermosa, yo pensé que me encontraría con una ciudad típicamente playera y fome, pero de verdad es alucinante. No es una ciudad que abrume por el ruido, al contrario, está llena de gente, pero que no atropella, se le ve feliz caminando entre las mil tiendas de todo tipo. Hoy caminamos por un parque gigante, donde se ubican galerías de arte, iglesias, zonas botánicas y el Opera House. Estoy fatigada de tanto que observo! (Espero poder subir fotos luego!!)

Está repleto de orientales!! La cagó!! En cada rincón se divisan ojos rasgados, hablando por celular, paseándose con pintas top y hasta vimos a un tipo chateando con un teclado virtual!! Cami, hermanis mía: te mueres con todo lo que hay! Tiendas donde sirven té de todo tipo, comidas raras que no están en Patronato claramente, minas con unas tenidas de otro mundo. Hoy comí unos rollos gigantes de sushi, con unos gotarios de soya con forma de pescado. Claramente se tomaron esta ciudad, teniendo mercados completos, siendo fuerza de trabajo en todo lugar, incluído el McDonalds.

En el parque del Opera House había ene pájaros raros, uno que se llama ibis que es horrible pero me cayó bien por lo barsa. Según la Gina, la polola de Forest, estos pájaros se acercan a ti y te roban la comida y les da lo mismo, tengo unas fotos re buenas para que los vean después. Aún no pregunten por koalas y canguros, pues no estamos en zona para verlos.

Me gustaría ser más detallista, pero no me queda rato para hacerlo. Por ahora los dejo, mañana tendré mi propia road movie porque nos vamos a 9 horas de acá en la van de los chiquillos, viendo mil paisajes que tengo ganas de fotografiar!! De hecho, hay mil cámaras la raja, quizá me compre alguna después, al final del viaje pa quedar bien aperada.

En fin, en cada lugar que visito (aunque suene cursi) me acuerdo de ustedes, en los buses y el monoriel Caracho jajaj (me acordé tanto de los Simpsons), la tiendas mutantes orientales Cami, las tiendas de ropa chori Mujerzuelas!! y todos los lugares que me encantaría compartir con ustedes!!

Nos estamos viendo pronto! Espero poder actualizar más o menos seguido, de lo contrario, subo fotos en cuanto pueda, la imagen es todo jajaja.

Se les extraña amigos!